Desde la Cámara de Comercio de Barranquilla les doy la bienvenida a este encuentro con el equipo del Departamento Nacional de Planeación, liderado por su director, Jorge González.
La tarea que tenemos esta tarde es definir los caminos para lograr que los proyectos estratégicos priorizados para el Departamento del Atlántico en el Plan Plurianual de Inversiones, se hagan realidad.
De los 41 proyectos que aparecen en ese documento más de 20 derivan del ejercicio hecho por los gremios y las administraciones locales. Ello demuestra la convergencia de intereses entre los sectores público y privado, los consensos logrados y el enfoque colaborativo que tenemos para impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida en la región. Lo que ponemos a disposición ahora del Gobierno nacional.
La inversión que requieren esos 41 proyectos es de 33,3 billones de pesos y se dirige a atender las necesidades más urgentes de resolver en este territorio. $23,5 billones son para Seguridad humana y Justicia social (71%). $3,59 billones para Convergencia regional (11%); $2,75 billones en Derecho humano a la alimentación (8%), $2,02 billones en Ordenamiento del territorio alrededor del agua y justicia ambiental (6%) y 1,34 billones para Internacionalización, transformación productiva para la vida y acción climática (4%).
Agrademos la decisión del Gobierno nacional de recuperar la navegabilidad del río Magdalena, un sueño que compartimos porque será el eje del transporte intermodal, culminar la modernización del aeropuerto Ernesto Cortissoz como punto de partida como hacerlo el ancla de un HUB aeronáutico, implementar del Tren Regional del Caribe que será otro elemento integrador de nuestro territorio, y construir el Puente de la Hermandad, que nos abre otra conexión con el Magdalena en unas zonas con alto potencial de producción agropecuaria.
Obviamente compartimos el interés por conservar la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas y por la recuperación y protección de mares y costas, porque somos una región altamente vulnerable a la crisis que ya vivimos por el cambio climático. Y estamos alineados igualmente con el propósito de liderar a nivel nacional la transformación productiva con enfoque sostenible a través de la producción de hidrógeno y los negocios verdes; la incorporación a las cadenas globales y regionales de valor, la transición energética, el fortalecimiento de la cultura exportadora, y las políticas de movilidad urbana sostenible.
Hay un asunto en particular que resulta de la mayor importancia para el Atlántico y para la región Caribe: la inequidad en el costo del servicio de energía eléctrica. Necesitamos que, desde el Departamento Nacional de Planeación, como el gran tanque de pensamiento del país, se exploren soluciones concretas que nos permitan superar las brechas existentes. Es urgente generar una mayor competencia de oferentes de energía en el mercado, para romper el control que hoy ejercen las grandes hidroeléctricas y negociar con los operadores para desmontar el régimen especial que nos puso a pagar la energía que otros se roban y que obviamente no consumimos.
El desafío que debemos superar es enorme, pero estamos seguros de que este paso que damos hoy es el primero en un recorrido que con certeza nos llevará a hacer realidad los objetivos que nos unen.
